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diario de un flatline

sobre las manifestaciones

Si el jueves 11-M me fui espeluznado a la cama por lo que pueden hacer una minoría de lo que sean, ayer día 12 fue esperanza lo que sentí; y es que en la manifestación de Valencia se me pusieron los pelos de punta, como a 1 millón más de valencianos, o como a 12 millones de españoles.

Ellos son pocos y nosotros demasiados. Mientras la sociedad se mantenga unida queda algo de esperanza y eso es lo que sentí ayer. Supongo que es la misma sensación que tuvo el nobel Saramago cuando, haciendo referencia al Prestige, dijo que al ver a todos esos voluntarios unidos ante la desgracia, todavía le daba esperanza.

Toda una lección para los publicistas... a lo mejor no nos hacen falta campañas masivas para provocar comportamientos en nosotros (como la educación que dan los padres a sus hijos)... a lo mejor simplemente la sociedad ya hemos llegado a un nivel de madurez en el que podemos hacer las cosas por nosotros mismos, olvidando diferencias interpersonales y bajo una motivación común.

Por eso mismo (y a pesar de que en donde me encontraba en la manifestación llegué a contar 10 personas / metro cuadrado) he decidido cambiar el tema "agorafobia" por el de "esperanza"; porque eso es lo que sentí.

Un abrazo enorme para los que ahora viven momentos de dolor.

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